jueves, 19 de abril de 2012

Ya son 169 los muertos por la subestación sobral en Ezpeleta.


El electromagnetismo enferma y mata.


Los vecinos de la subestación SOBRAL de Ezpeleta despiden a Sabrina, una joven que enfermó de leucemia a los 15 años, algunos años después de ponerse en funcionamiento la subestación eléctrica que transforma 132.000 voltios en pleno barrio, a 100 mts de donde vivía hasta el 13 de abril que sus amigos, familiares y vecinos le dieron su ultimo adiós.
El electromagnetismo es inoloro, incoloro es insípido, invisible, lo cual lo hace aun más letal. Hay otras fuentes de contaminación que son alertadas por la población por sus olores o ruidos, pero ésta la de los campos electromagnéticos no se siente, más que cuando ya se metió en el cuerpo y cuando entonces muchas veces es tarde.
Desde hace décadas los vecinos de Sobral reclaman a la justicia por el cierre de esta subestación  y su traslado a zonas no pobladas, y mientras la justicia decide si los campos electromagnéticos dañan o no la salud los vecinos siguen enterrando a sus familiares.
Hoy es Sabrina, de 31 años, que desde los 15 luchaba contra una leucemia linfática aguda, enfermedad que la propia OMS reconoce como una de las que se duplica el riesgo de ser contraídas por quienes están expuestos en forma prolongada a elevados campos electromagnéticos. Ese fue el caso de Sabrina que vivía a una cuadra de la esquina de calla Padre Bruzone y Rio salado, de Ezpeleta.
Su testimonio y las fotos de su cuerpo con las marcas de la enfermedad que la obligo a varios trasplantes, están plasmadas en el libro 132.000 voltios realizado por las periodistas Silvina Heguy y Eugenia Cerrutti, bajo el nombre de 132.000 y publicado en 2006.
Sabrina es la número 169 de los vecinos muertos de cáncer y leucemias en los 500 metros que rodean la subestación, y están atravesados por su cableado, desde que la misma se puso en funcionamiento.
No hace falta ser expertos en estadísticas para darse cuenta que 136 muertos y 122 enfermos, es decir en  700 viviendas hay 250 casos. En una población de 2800 personas un 10% se enfermo de cáncer, a los que se suman enfermos de afecciones respiratorias, trastornos del sueño y demás patologías que se enumeran por estudios nacionales e internacionales entre las producidas por los campos electromagnéticos.
Los vecinos de Berazategui, aledaños a la Subestación Rigolleau, obra que esta terminándose en estos días, y que pretende transformar la misma cantidad de voltios que Sobral, están hoy en pie de lucha pidiendo el traslado a zonas no pobladas. Pero a pesar de que hace 8 años que pelean por esto y que hermanados con los vecinos de Ezpeleta denuncian pública y judicialmente estos casos, aun hoy son invisibles, como el electromagnetismo.
¿Cuantos vecinos más deberán morir para que los gobiernos (nacional, provincial y municipal) actúen en defensa del derecho humano básico que es la vida?.
Sabrina no era invisible y nosotros tampoco, por eso decimos traslado ya de la subestaciones Rigolleau y Sobral a zonas no pobladas!


NI UN PIBE MENOS!


No es progreso si el precio es la vida de la gente!





     Vecinos Autoconvocados por la Vida

     Foro por los derechos de la Niñez, la Adolescencia y Juventud de Berazategui.

     Foro Regional en defensa del Río de la Plata el Medio Ambiente y la Salud.

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