Los vecinos, afectados por la amenaza de
la puesta en marcha de la subestación Rigolleau, no concurrimos a la "charla" realizada por el ENRE junto con la municipalidad, en la sociedad de
fomento “9 de julio”.
El
Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), nos prometió, en junio
de este año, un foro para
debatir en forma seria y responsable sobre el electromagnetismo, la
salud humana y la situación de la subestación Rigolleau.
Con
intención de llegar a un diálogo constructivo los vecinos de la Asamblea, venimos
conversando con Representantes del ENRE, sin haber llegado aún a
ningún acuerdo, la convocatoria
unilateral realizada por el ENRE a esta charla (una más de las tantas que viene dando dentro del
partido de Berazategui) , en el día de ayer, demuestra una vez más, que quienes
deberían garantizar el bien común y la salud de la población, amparados
por el poder político, defienden los intereses de las empresas antes que a los
ciudadanos, y no muestran ningún respeto
a lo conversado con la Asamblea hasta ahora, olvidándose de acuerdos mínimos
solicitados por los vecinos, como ser día y hora, para poder estar presentes en
tan prometido y esperado evento.
Este
organismo demostró que jamás quiso dialogar con los vecinos afectados, ya que
no tienen fundamentos científicos que los respalden, ellos saben que esta obra
es perjudicial para la salud y no han podido demostrar lo contrario,
organizaron esta reunión de forma intencional, en tiempo y forma, para que los
vecinos que sí podemos demostrar que la contaminación electromagnética enferma
y mata, no pudiéramos participar.
Entendemos
que esa reunión fue un fraude para toda la población de Berazategui (como
todas las demás), no fue un Foro de
debate con los vecinos perjudicados, sino una charla
desinformativa a efectos de querer legitimizar con mentiras la
impune violación a nuestro irrenunciable derecho a la vida.
Esta
subestación eléctrica que traerá enfermedades y
muertes, podría fácilmente trasladarse a las zonas no pobladas de la
costa, solo a 20 cuadras de donde está ubicada.
Ni
el Enre, ni el municipio, quienes aprobaron esta obra desde un principio,
controlaron su ejecución, que está fuera de las más mínimas medidas
de seguridad, en una zona que ya padece una emergencia
sanitaria por la contaminación de la fábrica Rigolleau, los cables de
media tensión y las antenas de celular ya existentes en el barrio.
Las
autoridades hora son sus defensores a ultranza sin importarles la suerte
de los vecinos que somos los que hicimos con nuestro trabajo y nuestros
impuestos el verdadero crecimiento de nuestra ciudad.
Este
reclamo vecinal que lleva 7 años, ha provocado ya un gran impacto
social por la incertidumbre, la persecución, la represión y la
violencia que hemos sufrido los vecinos en todos estos años. Este ha sido
un tiempo más que suficiente para haber resuelto el traslado de la
subestación y para que Edesur hiciera las inversiones
necesarias para garantizar la correcta prestación del servicio
eléctrico sin afectar la salud de nuestros hijos y es allí donde debió
intervenir el ENRE y no salir ahora a defender los intereses de esta
empresa multinacional.
La
irresponsabilidad con que se ha llevado a cabo esta obra y la
anticonstitucional actitud de las autoridades, hace que los ciudadanos nos
preguntemos:
¿Los derechos humanos y la democracia
participativa, son solo un discurso político?
¿Creen realmente que pueden estar por
encima de nuestros derechos
y sobre los derechos superiores de los
niños?
Los
vecinos y organizaciones sociales que nos acompañan en este reclamo, nos
resistimos pacíficamente a la instalación de una subestación transformadora de
energía de alta tensión, ya que sabemos que existe abundante literatura
científica independiente de todo poder político y/o económico, que señala
inequívocamente que los niveles de contaminación electromagnética a los que estarían expuestos
en forma crónica los vecinos de la Subestación Rigolleau, son inaceptables, y
suponen un riesgo grave para la salud: daños en los sistemas inmunológicos,
neurológicos y neurovegetativos.
Los
efectos de dichas radiaciones electromagnéticas sobre nuestro organismo, son
acumulativas, y además el riesgo es mayor para grupos de población vulnerables:
niños, embarazadas, ancianos y enfermos,
en particular: los niños que pueden desarrollar LEUCEMIA INFANTIL. Las
radiaciones electromagnéticas también han desencadenado la aparición de enfermedades
que hasta ahora no existían, como la electrosensibilidad o hipersensibilidad
electromagnética, reconocida como enfermedad en otros países pero no aun en el
nuestro.
Seguiremos
adelante con nuestro reclamo en defensa de la vida y por un medio ambiente
libre de contaminación para todos, en nuestro natural derecho a la
participación en la construcción de una verdadera democracia donde seamos
protagonistas y no simples daños colaterales de un progreso brutal y
desigual que las autoridades municipales, provinciales y nacionales han
instalado en nuestra ciudad.
Hoy más que nunca decimos:
- No a la contaminación electromagnética
- Por los derechos de los niños a vivir en un ambiente sano,
- Traslado de la subestación Rigolleau fuera de toda zona poblada
- Ley Sanitaria justa, que regule la exposición a los campos electromagnéticos, YA
Vecinos Autoconvocados por la Vida
Berazategui, 22 de Diciembre de 2011
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